SEAT León FR TDI
También tenemos alternativa turbodiésel, por supuesto. El León FR, con su motor 1.9 TDI de 150 CV y 320 Nm, fue un coche que dejó claro que las opciones de gasóleo no eran malas en vehículos de este tipo.
El modelo español aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y se convirtió en el objeto de deseo de muchos jóvenes españoles. Si lo querías en gasolina, también disponía de la mecánica 1.8 de 225 CV, la misma que la del Audi S3 antes analizado.
Toyota Celica TS
Lejos del Celica con el que Carlos Sainz ganó el Mundial de Rallies en 1990 y 1992, el T230 era un deportivo de tracción delantera, que se fabricó entre 1999 y 2006.
Nadie gira la cabeza cuando pasa uno... porque la gente desconoce lo que hay bajo el capó. Además de una versión de 143 CV, a partir de un motor atmosférico de 1,8 litros, había también otra de 192.
El propulsor era capaz de alcanzar las 8.250 rpm y solo tenía que mover 1.200 kilos. Por supuesto, el coche disponía de una caja manual de seis velocidades y podía alcanzar 240 km/h de velocidad punta.
Ford Fiesta ST
La quinta generación del Ford Fiesta, a la venta entre 2002 y 2008, contaba con la divertida versión ST, que empleaba un motor atmosférico de gasolina, con 2,0 litros y 150 CV, combinado con una caja manual de cinco marchas.
Puede que no tuviera suspensión adaptativa, pero preferimos de lejos su bajo peso de 1.200 kilos.
Renault Clio R.S.
Después del Clio Williams, llegó un sustituto 'vitaminado', que estrenó las siglas R.S. para los Renault más deportivos. Al igual que su mítico antecesor, también recurría a un motor atmosférico de 2,0 litros, pero alcanzaba 172 CV y 200 Nm. Además, solo pesaba 1.100 kilos y era suficientemente confortable para usarlo a diario.
Mitsubishi Colt CZT
¿Quién podía imaginar que Mitsubishi desarrollaría un coche así? Este Colt tan especial montaba un propulsor turboalimentado de gasolina, con 1,5 litros y 150 CV.
El peso se quedaba en 1.100 kilos, así que el modelo japonés sobresalía en la aceleración de 0 a 100 km/h, que completaba en poco más de 7,0 segundos.
Desde luego, el CZT no era el deportivo pequeño más popular, pero sigue siendo una compra inteligente.
Citroën C2 VTS
Es el modelo menos potente de la lista, pero poco tiene que envidiar al resto, ya que recurría a un brioso propulsor atmosférico de gasolina, con 1,6 litros y 125 CV, y tan solo pesaba 1.000 kilos.
Probablemente, dentro de este ranking, resulte la opción más barata de adquirir en el mercado de segunda mano.
Nissan Sunny GTi-R
Seguramente, pocos conocéis este modelo, ¿verdad? La versión GTi-R del Sunny era una réplica de un coche de rallies, gracias a la tracción integral permanente y el diferencial autoblocante.
Debajo del capó, encontrábamos un motor turboalimentado, que cubicaba 2,0 litros y entregaba 220 CV y 270 Nm de par máximo. Con esta mecánica, el deportivo japonés declaraba una aceleración de 0 a 100 km/h en poco más de 6,0 segundos. Eso sí, tendrás difícil encontrar opciones de compra en España.
Skoda Fabia RS
Es difícil pensar en el Fabia como un deportivo con su cara inofensiva. Pero, en términos de competición, la empresa checa no tiene nada que envidiar a nadie, especialmente en los últimos años, donde en las categorías S2000 y R5 ha obtenido muy buenos resultados.
La segunda generación del Fabia disponía de la versión RS, con el motor turboalimentado de gasolina 1.4 TSI, de 180 CV, capaz de proyectar al coche de 0 a 100 km/h en 7,0 segundos.
Audi S3
Este modelo, con un sistema de tracción total, se caracterizaba por una línea bastante discreta. Como curiosidad, fue el primer coche conocido de CR7.
En la parte mecánica, nos encontrábamos con un motor turboalimentado de 225 CV, a partir de un bloque de 1,8 litros. El coche no era muy ligero, ya que pesaba cerca de los 1.500 kilos. Aun así, era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 7,0 segundos.
Opel Astra OPC
240 CV para un tracción delantera, sin diferencial autoblocante ni control selectivo del par. El empuje de este coche era tan contundente que había que agarrar el volante con decisión... y no asustarte con las pérdidas de tracción que se generaban.
En su época, era uno de los compactos deportivos más interesantes, dada la relación entre potencia y precio.
Peugeot 206 RC
Para celebrar los dos títulos del 206 WRC en el Mundial de Rallies, con Marcus Grönholm como piloto, Peugeot decidió comercializar una versión muy 'caliente' de su utilitario.
El RC estaba equipado con un motor atmosférico, de 2,0 litros de cilindrada y 177 CV, vinculado a un cambio manual de cinco marchas. Un vehículo verdaderamente interesante, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos.