Alpine A110
El Alpine A110 fue uno de los coches más deseados de los años 60, debido a sus éxitos en competición. Aunque parezca increíble, estaba desarrollado a partir del chasis del Renault 8, al que se vistió con una elegante carrocería coupé.
En un principio, incorporó una mecánica de gasolina de 956 cm3 y 51 CV, montada en posición trasera, aunque en su última evolución llegó a incorporar un bloque atmosférico, de 1,8 litros, con 182 CV. ¿Lo mejor? Un peso de tan solo 620 kilos, que lo convertía en un modelo tremendamente veloz.
BMW M1
Este superdeportivo, diseñado por Giorgetto Giugiaro, es uno de los automóviles más icónicos de los años 70. Dotado de un propulsor de seis cilindros, de 3,5 litros de cilindrada, con 277 CV, era capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y de alcanzar los 260 km/h de velocidad máxima.
Fiat 131 Abarth Rally
Con tres campeonatos del mundo de constructores y dos de pilotos a sus espaldas, el Fiat 131 Abarth Rally fue el automóvil que jubiló al Lancia Stratos. Su versión de calle, impulsada por un propulsor de 2,0 litros y 140 CV, aceleraba de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y le permitía alcanzar los 190 km/h. Además, como puedes ver en la imagen, tenía una estética bastante agresiva.
Ford Escort RS Cosworth
El Ford Escort RS Cosworth, aparecido en los años 90, es uno de los mejores compactos deportivos de la historia. Desarrollado a partir del chasis del Ford Sierra RS500 Cosworth, estaba dotado de tracción total y un propulsor turboalimentado de gasolina, con 2,0 litros y 227 CV.
Las unidades más brutales fueron las fabricadas entre 1992 y 1994, al estar dotadas de un turbocompresor Garret T3/T04B, idéntico al que empleaba el Escort de rallies.
Ford GT
Este modelo, aparecido en 2004, es el sucesor espiritual del Ford GT40 que se alzó con la victoria en las 24 Horas de Le Mans, entre 1966 y 1969. Para impulsarse, recurría a un motor atmosférico de gasolina 5.4 V8 de de 542 CV, una cifra espeluznante, teniendo en cuenta que carecía de ayudas electrónicas a la conducción. ¿Las prestaciones? Aceleraba de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanzaba 330 km/h.
Honda NSX
Para muchos, el Honda NSX es el rey de los deportivos japoneses de los años 90. No en vano, consiguió poner contra las cuerdas a los Ferrari y Porsche de la época.
El secreto de este Honda, en cuya puesta a punto colaboró Ayrton Senna, era una relación peso/potencia de tan solo 5,2 Kg/CV que, combinada con un reparto de pesos casi perfecto, le dotaba de un equilibrio excepcional. El principal responsable era un chasis monocasco fabricado en aluminio, que supuso una revolución para la época. Diseñado con la ayuda del ordenador Super Crazy, solo pesaba 208 kilos y era extraordinariamente rígido.
Para impulsarse, recurría a un propulsor 3.0 V6, en posición central, dotado de distribución variable VTEC, que desarrollaba 270 CV de potencia y aceleraba de 0 a 100 km/h, en poco más de 5,0 segundos.
Honda S2000
El Honda S2000 es uno de los roadster de propulsión trasera más deseados de finales de los años 90 y principios de siglo XXI. Gran parte de su leyenda se debe a su propulsor atmosférico de gasolina, de 2,0 litros y cuatro cilindros: el bloque VTEC de 240 CV, que desarrollaba unos increíbles 120 CV/litro y era capaz de estirar hasta las 9.000 rpm.
Lamborghini Miura
En los años 60, un fabricante de tractores decidió plantar cara a Ferrari... y salió victorioso. Lo hizo con el Lamborghini Miura, un modelo dotado de un propulsor V12 de 3,9 litros de cilindrada, ubicado en posición central trasera, con 350 CV... que llegaron a 440 CV en la edición P400 Jota, del año 1970. Para muchos, se trata del primer superdeportivo de la historia.
Lancia 037
En el mundial rallies, la época dorada fue la del Grupo B y el Lancia 037 fue uno de los baluartes de la categoría. Además, fue el último coche de propulsión trasera en proclamarse campeón del mundo.
Lancia Stratos
El Lancia Stratos fue un coche concebido para competir en el mundial de rallies, del que se fabricaron 500 unidades de calle (exigidas por la FIA para poder homologar el modelo de competición). Con un peso de tan solo 900 kilos, el Stratos matriculable aceleraba de 0 a 100 en 6,8 segundos.
En lo que al vehículo de competición se refiere, fue todo un éxito, proclamándose campeón del mundo de rallies en 1974, 1975 y 1976.
Lamborghini LM002
Lamborghini fue el primer fabricante Premium en aventurarse a construir un todoterreno. Se trata del monstruoso LM002, impulsado por el motor V12, de 5,2 litros, con 444 CV, del Countach. ¿Sus prestaciones? Aceleraba de 0 a 100 km/h en 8,0 segundos... un registro excelente para un coche de 2,7 toneladas.
Lotus Sprit
Fue una de las estrellas del salón de París, de 1975, donde cautivó a todo el público. Dotado de una carrocería de fibra de vidrio, montada sobre un chasis de acero, en un principio estaba impulsado por un motor atmosférico, de cuatro cilindros, con solo 160 CV de potencia... Finalemente, tras cuatro generaciones y 28 años a la venta, dijo adiós en 2004.
Maserati MC12
El Maserati MC12 es un superdeportivo aparecido en 2004, para homologar el MC12 GT1 de competición. Desde el punto de vista técnico, era el alter ego del Ferrari Enzo, del que derivaba su propulsor 6.0 V12, de 630 CV. Esta mecánica, combinada con un peso de 1.335 kilos y una carrocería muy aerodinámica, lo convertían en uno de los coches más rápidos del mundo.
Opel Calibra
El Calibra fue uno de los coupés más exitosos y deseados de los años 90. A ello contribuyeron su diseño redondeado, una gama de motores que oscilaba entre los 115 y los 204 CV, así como la posibilidad de equipar tracción total. ¿Una curiosidad? Con un coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,26, era el coche de producción más afilado del mundo.
Peugeot 205 T16
Se trata del Peugeot de calle más radical. Nacido para homologar el coche que competiría en el Grupo B de rallies, estaba impulsado por una mecánica de 1,8 litros, procedente del Peugeot 205 diésel, al que se le acopló una culata de 16 válvulas y un turbocompresor Garret.
¿El resultado? Un utilitario deportivo, con motor trasero y 200 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, un dato estrastosférico para la época.
Porsche 356
El 356 fue el primer automóvil de altas prestaciones de Porsche. ¿El objetivo de la marca alemana? Construir un coche pequeño y ligero, que ofreciese un mayor dinamismo que los automóviles más pesados y potentes.
Este modelo vio la luz en 1948, impulsado por un propulsor de cuatro cilindros bóxer, situado en posición trasera, con una modesta cilindrada, de tan solo 1,1 litros... Finalmente, el modelo estuvo a la venta 18 años, en los que se fabricaron 76.000 unidades y versiones mucho más potentes...
Porsche Carrera GT
Apareció en 2004 y, hoy en día, sigue siendo uno de los Porsche más rápidos de la historia... y una de las grandes leyendas de la marca alemana.
Este superdeportivo se asienta sobre un chasis de fibra de carbono, fabricado artesanalmente, mientras que para impulsarse recurre a un propulsor atmosférico de gasolina, 5.7 V10, de 612 CV, asociado a una caja de cambios manual, de seis velocidades.
Sus prestaciones eran apabullantes: el Porsche Carrera GT aceleraba de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, de 0 a 200 km/h en 9,9 segundos y podía alcanzar 330 km/h. Tampoco faltaban soluciones técnicas de vaguardia, como unos frenos carbocerámicos o un extractor de aire en los bajos, para mejorar la aerodinámica.
Porsche 911 Carrera RS
El Porsche 911 Carrera RS es uno de los clásicos más cotizados de la marca alemana. Surgió cuando Porsche necesitaba homologar un vehículo para competir en la categoría GT4 de circuitos.
Para impulsarse, recurría a un propulsor 2.7, de 210 CV, ubicado bajo un capó posterior con un alerón de tipo cola de pato. Tan solo se fabricaron 1.580 unidades, repartidas en dos versiones, Touring y Sport Lightweight, 100 kilos más ligera.
Volkswagen Corrado
Este coupé de 2+2 plazas era uno de los Volkswagen más deportivos de los años 90. Dotado de motores de gasolina, de entre 115 y 190 CV, el Corrado era un modelo muy avanzado para la época. De hecho, contaba con tecnologías como un alerón trasero activo que se elevaba automáticamente al superar los 120 km/h, para incrementar el apoyo aerodinámico en un 64%.
Volkswagen Golf GTI Mk I
El Volkswagen Golf GTI es el 'padre' de los compactos deportivos y uno de los modelos más icónicos de la historia del automóvil.
Este modelo nació cuando a unos cuantos ingenieros 'rebeldes' se les ocurrió transplantar a un Volkswagen Golf el motor 1.6 de 75 CV, de un Audi GT, aunque potenciado hasta los 110 CV, gracias a la incorporación de un sistema de inyección K-Jetronic. Ahora, siete generaciones después, el modelo actual sigue marcando el ritmo.
Volkswagen Lupo
Cuando Volkswagen presentó este urbano deportivo, en el año 2000, lo definió como el sucesor espiritual del Golf GTI original. En este sentido, su motor atmosférico de gasolina, 1.6 16V de 125 CV, combinado con un peso de 900 kilos y una batalla de tan solo 2,61 metros, lo convertían en un modelo con unas reacciones muy deportivas, difíciles de encontrar en otros coches de su tamaño.